La habitación junior suite estaba arreglada, con las cortinas corridas, balcón amplio, y otro gran ventanal con vista al interior del hotel. Los muebles me sorprendieron en el mal estado en que se encontraban, muy rayados, saltadas las puntas. Los sillones eran confortables; en apreciación general era una habitación standard, nada me sorprendió de forma extra agradable. Anyway gracias por el upgrade. Cama grande muy cómoda. La limpieza necesita ser más exhaustiva. Las cortinas no tenían una buena imagen, les faltaba una muy buena tintorería. Excelente calidad en las batas de baño. Las toallas bien, no impecables.
El frigobar no ofertaba nada destacable, al igual que el menú de roomservice. La entrega del pedido de roomservice, donde la bandeja de servicio era poco más que pobre, para nada era lo esperable en un hotel de primer nivel. Sin azúcar o edulcorante, un vaso con la ensalada de frutas, sin cuchara, en fin. Pobre.
Detalles, faltan esos detalles que hacen que el hotel de standard pase a outstanding.
Con respecto al Spa, la pisicina era cómoda, con el agua a temperatura más que agradable. El deck bastante deteriorado. Hay muy poco lugar para las reposeras, solo cuatro y una al lado de la otra. El sauna si estaba muy bien. Gym con muy buenas máquinas, muy poco espacio para tantas máquinas. La vista por los ventanales estimula para hacer ejericio y apreciar el crecimiento imparable de Puerto Madero.
Y jamás voy a comprender que se cobre el uso del wi fi.
El Whitebar tiene muy buena oferta de tragos en su carta, algunos muy innovadores y los clásicos. Falta un servicio de appetizers para acompañar, not enough el mini bowl de frutos secos, que no reponen, o no servir agua sin cargo. ¿Podremos aprender? La atención es correcta por parte del staff, no es una atención dedicada a que el huésped se sienta único.
Especial puntuación para el restaurante RËD: Profesionalismo, dedicación, conocimiento y disfrute del desarrollo de la tarea.
La comida muy rica, menos a mi gusto personal los agnolottis que podían ser más. El gusto de la salsa era de sopa de sobre. El cordero braseado estaba exquisito y la selección de creme bruleé una delicia.
El sommelier Luciano, conocía y le encantaba su trabajo. Su recomendación fue mas que acertada. Lo mismo que el resto del personal que estaban atentos, hasta parecía que nuestra mesa era la única y no era así, había varias mesas ocupadas y con muchos comensales.
Salvo el olor de cocina al ingreso, casi perceptible no fuerte, es una puntuación 9.
El desayuno buffet no fue nada extraordinario, y tengo en cuenta el caos de huéspedes por una lluvia torrencial a la mañana. Fue evidente que ante tanta demanada era difícil cumplir con bandejas ordenadas y completas, mesas preparadas, atención con carta o requerimiento especial, mas no es de destacar ni la comida ofrecida ni el servicio.
Para tantas stars, hay que ofrecer un touch mas. Sin embargo es un confortable hotel, comoda habitación, profesional y amigable staff. Los precios están acorde al mercado.
Habitación standard: U$ 185 más IVA.
Habitación Junior Suite 6 piso
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